Definición de heavy

Jebi, Metalero, Metalhead o Metacho, dícese del individuo Rudo y MACHO, mayoritariamente incivilizado (en el arquetipo general más aceptado), agresivamente violento y, segun muchos, realmente peligroso en estado de éxtasis musical, el cual gusta de escuchar, al ser fiel seguidor incondicional del género virtuosamente infernal conocido como Heavy Metal y sus derivados, pero, en extensión, es un término que en la actualidad comprende a unos cuantos grupos y comunidades subculturales en las ciudades y pueblos de todo el mundo. Descendientes de los rock and rollanroleros, Rockerus Acojonatus, se escindieron de ellos alrededor de los sententas.

Actualmente, los jebis han aumentado tanto que se han convertido en distintas comunidades y seres observables casi todos los días (y principalmente casi todas las noches...), normalmente en los Bares de más mala muerte o tocando en garitos.

Caracterizados por ser individuos ilustrados y/o bien burdamente Rudos (en el plano más extremista) portan con orgullo camisetas oscuras de sus innumerables bandas de Culto (las cuales en un principio fueron criticadas, al expresar imagenes y caracteres inhumanos, que provocaban a todo ser viviente el hacerce la señal de la cruz), tales como los Metallica de la vieja escuela, Iron Maiden, Black Sabbath, Judas Priest, Megadeth, Pantera o cualquier otro grupo SERIO e influyente de Heavy Metal al cual se le considere digno de escuchar (las cuales generalmente forman parte íntegra de sus cuerpos), así como sus inconfundibles Greñas largas, excibidas con actitud, expresando su interminable e inagotable energía y con las cuales experimentan el Headbanging (un estado musical excitado, que causa adrenalina y energía potencial a los verdaderos seguidores), sus pantalones y chaquetas o chaquetones de cuero y camuflaje, con los que se demuestra la hombría y la rudeza del colectivo, sus muñequeras oscuras llenas de pinchos o simplemente metal y cuero, con las que se demuestrar PODER, y su excesiva adicción a la Cerveza. El arquetipo Jebi primigenio no ha variado mucho desde sus orígenes en los 70s, aunque muchos de ellos se hayan visto obligados a desprenderse de sus greñas, por motivos de presencia personal o por trabajos en oficina. Para cualquier Buen Metalero, el Heavy Metal representa Una forma de ser y vivir la música, o cuanto menos Una Actitud, lo cual se ve reflejado en cada una de sus acciones de vida cotidiana, generalmente asociadas a su seguimiento fiel e indiscutible hacia el género. Su indumentaria, su forma de ver al mundo y su actitud de critica hacia diferentes temas (tales como  la religión, la política, la  música comercial, la moda, el consumismo, etc.) entran entre sus puntos de vista y temas de conversación y la asistencia a los diferentes conciertos y concentraciones Jebis son parte de la rutina diaria de muchos de ellos, en donde se demuestra toda (Sí, hablo de TODA) la energía, el poder, la adrenalina y la rudeza del colectivo, al ritmo del Heavy Metal. El Jebi, a pesar de su reputación como una persona excesivamente violenta, peligrosa, drogodependiente, adicto e incivilizado, en su actitud más intima es una persona con gran sentimiento de compañerismo entre sus verdaderos Hermanos Metaleros y su principal centro culto va obviamente dirigido hacia el Heavy Metal.

Los jebis actuales suelen vivir en sus propios mundos antiguos (por alla por los 80s), debido a la manía por las masacres en los conciertos a los que asistan (o en los que toquen), metidos enteramente dentro del Heavy Metal. Suponen que son guerreros medievales del siglo XXI o altos militares resagados y nadie, nadie, los convence de lo contrario... en realidad nadie se ha atrevido a intentarlo por un lógico instinto de autoconservación, pero aun asi dudamos que sea posible convencerlos. Viven exclusivamente Por y Para el Heavy Metal y no son niñatos tontos que van buscando partirle la cara a nadie (a menos que las victimas se lo pidan a GRITOS o sean emos...). Su vida se rige estrictamente por el lema Vive y Deja Morir, y mientras se les trate con respeto, de acuerdo a sus reglas y no les perjudique o a alguien a quien ellos admiren (incluyento al género, por supuesto), no reaccionan con desmedida violencia (lo cual es malo... muy malo).