Las cenas del Pénjamo

            Aquellas cenas del Pénjamo me dejaron tocado. Acabo de darme cuenta que todos los problemas estomacales que tengo vienen de aquellas asquerosas cenas, en aquel bareto de mala muerte al que solíamos acudir a jalar por cuatro perras. Gracias coleguitas por joderme llevándome a ese antro. Pensaba que estos putos ardores que sufro desde hace años se debían a otras causas pero que cojones, viene todo del puto Pénjamo. Si si, la culpa la tiene ese asqueroso chigre y la mugre que en él afloraba por los cuatro costados. Tengo temblores solo de acordarme

            ¿Sabíamos realmente lo que comíamos allí? Y más importante ¿sabíamos lo que nos daban de beber en aquellas botellas de 2 litros? Era la hostia…..vaya cantidad de platos y platos que llegaban a aquellas mesas – más que mesas eran abrevaderos de ganao- y todos comiendo en ellas…..y vaya cantidad de sangría – si es que era eso- y demás bebibles llegaban también. Raro que no acabáramos envenenaos con aquellas condiciones insalubres del local. Solo pensar como debía estar esa cocina…..bufffff me revuelve las entrañas. Que asco de sitio, pero llegaba la hora de pagar….. y todos contentos. Mira que éramos gilipollas y guarros comiendo allí.

            Pero, joder, esas cenas no las cambio por ninguna otra de nungún otro sitio. Que momentos, que risas, que cachondeo y sobretodo que recuerdos de aquella última cena de despedida junto a todos los amigos de mi juventud. Gracias Pénjamo