El género vive un momento dulce gracias a la inclusión de algunas de sus bandas más representativas en los grandes festivales pero, ¿Cuales son las mejores bandas?
La elección era compleja. El pasado mayo, los lectores del influyente semanario británico NME votaban para elegir el mejor disco publicado en su país durante los últimos 60 años. Y era compleja porque había mucho donde elegir. Empezando por los Beatles y los Rolling Stones y siguiendo por Queen, The Who,Pink Floyd o Radiohead, por citar solo a algunos. Pero ninguno de ellos se llevó el gato al agua: el más votado fue The Number of the Beast, tercer álbum de Iron Maiden y pilar fundamental del heavy metal. ¿Una exageración?
"Iron Maiden es un candidato perfectamente apropiado para ese título", opina Paco Fernández, de Century Media, el sello europeo más importante de entre los que trabajan el metal en todas sus acepciones. "Fue la primera banda británica que cruzó el telón de acero, lo que en su momento era impensable, no han parado de hacer giras y discos y siguen en activo. Se lo merecen".
Melenas al viento
El hecho es que, exageración o no, el heavy metal vive días dorados. Un buen termómetro son los festivales: el pasado 26 de mayo, Metallica congregó a 90.000 personas en el Sonisphere de Getafe (Madrid). Los encargados del Primavera Sound barcelonés apostaron por Napalm Death, Godlflesh o Mayhem, muy alejados todos ellos del resto de sus propuestas habituales. El 20 de julio arrancará en Benicàssim la primera edición de Costa de Fuego, centrado exclusivamente en los sonidos más duros y en el que estarán Guns n' Roses, Marilyn Manson o Barón Rojo, entre otros. Y el Azkena Rock Festival de Vitoria ha contado este fin de semana con Twisted Sister y Ozzy Osbourne como dos de sus principales reclamos
"El heavy nunca pasó de moda", opina Marcos, dependiente de una tienda de discos que ya hacía novillos a principios de los ochenta para escuchar vinilos de heavy en casa de sus amigos, "pero es cierto que cada vez se ven más chavales aficionados al género. Tengo una teoría: en tiempos de crisis, por alguna razón, determinados géneros como el punk o el metal suben como la espuma. Ya pasó en la Inglaterra de Tatcher y vuelve a ocurrir ahora".
Hay quien opina, sin embargo, que el repunte del heavy no es más que una nueva evidencia de la falta de ideas en el rock y lo cíclico del fenómeno revival: si hace unos pocos años vivimos el regreso de la nueva ola, ahora toca el del heavy. Y siguiendo esa lógica, dentro de unos años llegará el del grunge.
En cualquier caso, una cosa está clara: si existe un género que cuente con una base de fans absolutamente fiel y entregada, ese es el heavy metal. Así que, más que un revival, su vuelta a la agenda quizá se trate de poner en el lugar que le corresponde a un estilo de música a menudo olvidado por los medios y venerado por el gran público.
Un fenómeno global
El heavy metal se ha expandido por todo el planeta. Sin embargo, no en todas partes es sencillo ser heavy; en muchos países musulmanes es considerado haram, música del diablo. Parte de ese debate quedó plasmado por Scot McFadyen en el documental Global Metal, de obligado visionado por parte de los aficionados al género.
Cinco discos clave para adentrarse en el heavy
'Paranoid' de Black Sabbath (1970). El disco que sentó las bases del heavy y uno de los más influyentes de la historia del rock. En su segundo álbum, Ozzy Osbourne y los suyos crearon una demoledora y oscura colección de canciones que obtuvo cuatro discos de Platino.
'British Steel' de Judas Priest (1980). Todo un clásico. Judas Priest abrió las puertas de los grupos británicos al mercado americano con un álbum cargado de significación social (Breaking the Law era toda una declaración de intenciones). Cuero, tachuelas y actitud. El heavy es esto.
'The Number of the Beast' de Iron Maiden (1982). Bruce Dickinson debutó como vocalista de la banda en su tercer disco para lanzarla de lleno al estrellato. Un álbum que cambió para siempre el heavy gracias a himnos inmortales como Run to the Hills o The Number of the Beast.
'Riegn in Blood' de Slayer (1986). Aún se podía ser más rudo. Aún se podía tocar más rápido y con más mala leche. Los californianos llevaron al extremo el thrash, una vertiente del heavy directamente hermanada con el punk, para crear una obra que hoy sigue sobrecogiendo.
'Appetite for Destruction' de Guns n' Roses (1987). El disco debut más vendido de la historia. Axl Rose, Slash y compañía firmaron una colección de hits memorables como Paradise City, Welcome to the Jungle o Sweet Child o Mine. Imprescindible de principio a fin.
El 29 de junio saldrá al mercado "Under Flaming Winter Skies - Live In Tampere", en vivo de Stratovarius con unode los últimos shows de Jörg Michael. El trabajo estará disponible en formato DVD, Blu-Ray y CDdoble
Si hay una banda que ha sabido tocar el cielo y volver a empezar desde abajo, esta es STRATOVARIUS. Si hay una banda que ha sabido enfrentarse a las dificultades y renacer de sus propias cenizas, esta es, sin duda, STRATOVARIUS. Y es que tras su gloriosa época en los últimos noventa y primeros 2000, los problemas de su guitarrista Timo Tolkki hicieron mella en las composiciones de la banda, hasta el punto de declararse el final de la misma.
Pero nada más lejos de la realidad. En un alarde de valentía, Timo Kotipelto y los suyos, tiraron para arriba del carro, incorporando a Lauri Porra en el bajo y a Matias Kupiainen en la guitarra sustituyendo al líder y fundador Timo Tolkki. Con esta formación, editaron dos grandes trabajos, como son “Polaris” y “Elysium” con los que encontraron la estabilidad que necesitaban y retomaron de nuevo el sitio que les corresponde. Y ahora, cuando las cosas vuelven a funcionar, un nuevo mazazo, pues su batería desde hace más de 15 años Jörg Michael, anuncia su salida del grupo por motivos personales.
Para agradecerle su aportación a la banda durante todos estos años, STRATOVARIUS organizó una serie de conciertos en Finlandia en los que el quinteto brilló con una luz especial. Y es precisamente uno de esos conciertos, los que nos regalan ahora en forma de disco y DVD en directo, el primero de su carrera.
Quien haya visto a la banda en directo durante sus años bajos, se sorprenderá gratamente de la calidad desplegada por el grupo en este concierto. Además, para un servidor, fan del grupo desde hace muchos años, resulta curioso y agradable, el aire renovador y fresco que han imprimido los nuevos componentes, Matias y Lauri, en las viejas canciones, que sin perder su esencia, parecen estar compuestas casi 15 años después.
Y es que este “Under Flaming Winter Skies” hace un amplio repaso de toda la carrera de la banda, desde que Kotipelto asumió las voces (excepto el “Fourth Dimension” y el “Destiny”). Así las nuevas canciones, como “Under Flaming Skies” o “Deep Unknown” se mezclan con las más antiguas como “Speed Of Light” o “Father Time”. Mención especial la aportación del “Visions” uno de los discos clave de su carrera, y del que interpretan nada menos que seis canciones (“Kiss of Judas”, “Paradise”, “Visions”, “Coming Home”, “Legions” y “Black Diamond”). Y por supuesto las geniales versiones de “Burn” de DEEP PURPLE y “Behind Blue Eyes” de THE WHO.
Si tuviéramos que definir este disco de alguna manera, podríamos decir que es un gran recopilatorio de la banda, con el misterio que siempre le da el hecho de ser un disco en directo. Por supuesto a todos nos faltarán canciones, pero no hay duda que quien tuvo la suerte de presenciar el concierto, asistió a un gran festival de himnos de la banda. Además, tampoco quiero dejar pasar la oportunidad de destacar la gran labor de cada músico, dominando su instrumento, con un Jörg impresionante, ofreciendo uno de sus mejores conciertos. Timo Kotipelto, por su parte, volviendo a demostrar quién es y su gran estado de forma, encabezando el equipo. Jens Johanson, en su línea, marcando ese punto de personalidad de la banda, demostrando su destreza y velocidad con los teclados, y por supuesto, los ya no tan nuevos Matías Kupiainen, magistral a las seis cuerdas, imprimiendo, como decía anteriormente un aire fresco al sonido de STATOVARIUS. Y Lauri Porra, marcando la pauta y dibujando sonidos con su bajo.
Una lástima que sea el concierto de despedida de Jörg Michael, porque, desde luego es uno de los mejores conciertos de la banda que he escuchado en varios años. Gran sonido, gran interpretación, gran repertorio y sobretodo, una vuelta especial a aquellos años en los que STARTOVARIUS mandaban en el metal sinfónico mundial.
Track list:
CD1
01 Under Flaming Skies
02 I Walk To My Own Song
03 Speed Of Light
04 Kiss Of Judas
05 Deep Unknown
06 Guitar Solo
07 Eagleheart
08 Paradise
09 Visions
10 Bass Solo
11 Coming Home
CD2
01 Legions Of The Twilight
02 Darkest Hours
03 Burn
04 Behind Blue Eyes
05 Winter Skies
06 Keyboard Solo
07 Black Diamond
08 Father Time
09 Hunting High And Low
Primer single de lo nuevo de los Manowar. Por cierto, bastante flojito para unos históricos del metal.
Manowar - The Lord of Steel (Hammer Edition)
Una de acero...y una de arena. Mal, vamos. Manowar lo han vuelto a hacer. Nos han vuelto a desencantar. Joder, empieza a ser costumbre. Mala cosa.
"Warriors of the World United", nacido después de aquel trueno esplendoroso de acero americano, "Louder Than Hell", le supo a poco hasta al más fanático de los fanáticos de la banda. Los que un dia se proclamaron reyes del Heavy Metal, ala, sonando a vulgares soldados Power. Un himno para el recuerdo, que tampoco es que sea la polla, y el olvido eterno para la movida 2002.
"Gods of War", aparecido en el 2007, pese a ganar en fuerza, tampoco contentó a los fans más añejos. Joder, no era mal disco, pero era poco para la leyenda, cada vez más gris, de Manowar. "Thunder in the Sky", un EP majete, poderosote, con demasiado tufo épico pero con sabor a "Louder Than Hell", levantó los animos trás la muerte del bueno de Scott "drums of doom" Columbus. Pero, claro, como contrapunto, como movida que iba a retrasar, y aún más la nueva historia, se sacaron de la manga, y sin que nadie lo pidiese, un remake de "Battle Hymns". Mareando la perdiz. Y para nada, colega. No les quedó mal, ojo. Pero fue tan necesario como la última temporada de la serie de animación de las Tortugas Ninja.
Un montón de años después, y trás una tonelada de dvd's en vivo, anuncios de que sale el disco, de que no sale, de que si se llama "Hammer of the Gods", de que ya no se llama así, ala, ya asoma el morro.
El muy cabrón se ha retrasado, para variar, un cojón y parte del otro. Manowar siempre nos hacen lo mismo. Es buena idea. Tienes al seguidor sin dormir, esperando cada puta notícia, cada puta huella que lleve al nuevo disco. Lo tienes comiendo de tu puta mano. Eso sí, hay un peligro. Como no te lo curres, como después de una espera de cinco años no nos entregues, como poco, un "Louder Than Hell" o un "Triumph of Steel", nos cagamos en tu madre, Joey. Y, joder, con "Lord of the Steel" os habéis lucido. Decepción total. Los reyes del Metal decepcionante. Nuevo título a añadir a la cole, Joey. Los más rápidos, los que tocan más alto, los que están más cachas, los que más follan, los que hacen el clip más cutre, los que más fans leales tienen...los que más moscas matan de aburrimiento. De reyes...a percebes.
Una degeneración progresiva se observó en Manowar desde la edición del susodicho "Warriors of The World". Algo se jodió. Por siempre. El valor del guerrero, aquel motor que le mueve a conquistar reinos, a veces, mal que nos pese, decrece. Manowar, antaño excelsos mercenarios del riff y el Heavy atronador, ya nunca brillaron igual que en su era dorada (1982-1996). Nunca. Y los más fans, aquellos que tardamos en ver que la banda ya cruzó la frontera de la parodia, nos estampamos de morros con "The Lord of Steel".
La broma del año. "Y si Conan va y pierde kilos, se amaricona y encima, el muy creido, quiere conquistar Aquilonia?" Pues de eso va "The Lord of Steel", brother. De unos mendas, demasiado maduros ya para sangrar y hacer sangrar en el campo de batalla, que creen que aún pueden partir la pana. A ver, son Manowar, unos cráneos van a partir, eso queda claro. Pero se acabó lo de amontonar cadáveres, rugir sobre ellos e invocar a los dioses con cada riff. Los dioses de la guerra ya pasan del la movida clásica. Están flipando con lo último de Arch Enemy.
La portada: Una mierda. Un remake, simplón, cutresco, sin gracia ni esmero, de "Sign of the Hammer". Cuatro duros para el diseñador (quizás, a lo mejor, dos camisetas y un pase de backstage). Estoy reseñando "The Lord of Steel - Hammer Edition". Desconozco si cuando aparezca el disco de forma oficial, el 27 de éste mismo mes, se llamará al bueno de Ken Williams (el crack, el astro, que ilustra los portadones de la banda desde "Fighting the World"). Por Crom, por Odín, esperemos que así sea. Y así cambio la horrible portada. Menudo mierdón, estoy indignado. Ni la portada se salva. Con lo que he llegado a disfrutar de las esperas antes de encontrarme con la ilustración del molón guerrero sin jeto. No tiro la toalla. Espero una portada de verdad. Una portada de Manowar, joder.
Ya suena el cuerno, ya relinchan los caballos...uhmmm, no. Mira, no tengo ganas de pegarme una mega-intro para el disco, no se la merece. Primer track. Directos al asunto.
"The Lord of Steel", el temita-título, pega el primer hachazo. Un hachazo con un arma de cartón. Tal y como ya empieza la composición, con un Power bastante desnaturalizado, poco Manowar, uno ya sabe que no se encuentra ante "Wheels of Fire". Logan, el seis cuerdas más flaco que Manowar podían haber pillado para suplir al molón de David Shankle, entrega su movidilla técnico-épica, sobadota. Adams, por su parte, quién hace años que ya no ruge como un dios, sí que cumple. Ley de compensación. Ya no llega tan alto, pero sigue quemando, tiene algo más de oscuridad. Lo del bajo, uffff, de película...el sonido...¿Cómo decirlo? Una mierda. Una broma pesada. Un bajo distorsionado, como de juguete, con sonido a Megadrive. Un cachondeo. ¿Recuerdas el tema "King of Kings"? Pues, bien, sácale toda la personalidad, la potencia, y te encuentras con "The Lord of Steel". Empezamos bien. Decepción. Y en el primer temita. Lo nunca visto. Seguimos.
"Manowarriors", posiblemente, el título más ridículo en su extensa discografía (que su mérito tiene), y que, en el caso de haber contado con una producción como a las que nos tenían acostumbrados, con unos cojones como en "Triumph of Steel" o "Louder Than Hell", hablaríamos de un señor temazo, contenta, solamente, al fanático ciego. Pero muy ciego. Joey sigue jugando con la "consola", haciendo un ruido de cojones mientras mata a los marcianitos y consigue el bonus. No nos deja escuchar bien la movida, nos molesta cosa fina. Un remake sosote de su "King" (de "Louder..."), que, sin embargo, con tres cervecitas en el cuerpo, uno cantará a pleno pulmón en el show. Los coros salvan el invento.
"Born in a Grave", "Righteous Glory" (la baladita. Alejada, por miles de kilómetros, de joyitas como "Heart of Steel", "Courage" o "Master of The Wind"), "Touch the Sky", "Black List" (si la acabas sin un bostezo te regalo un posavasos) y "Expendable" (que va de guerrero y no llega ni a escudero) no nos salvan de una movida predecible, que nos aburre un montonazo (y habla un fan devoto del combo).
Repetición de esquemas en cada track, en cada surco de la obra. La producción, poco orgánica, nada metálica, como muerta, carente de fuelle (sobretodo para una movida manowariana) no ayuda nada. Los solos, técnicos, no están tan inspirados, Hamzik no aporrea a lo Columbus y un aura simplista, mega-simplista, muy pobretona, lo invade todo. Unos Manowar que no emocionan, que no logran levantarte de la silla. Ya no nos atacan con una producción recargada, como sí hicieron con sus dos movidas anteriores. Ya no hay orquestaciones a lo Basil Poledouris. Pero, joder, no sé qué es peor: si que Manowar ya no vayan de Rhapsody o que Manowar ya no tengan fuelle. Echando de menos la onda "Warriors of the World". Imagina qué momento vivimos. Hecatombe metálica, macho.
"El Gringo", el temita más redondo de la obra, el que recupera, en cierta forma, a los Manowar que amo y que amaré hasta la muerte, me hace esbozar una sonrisa. Ahora sí, joder. Me mola. Se vuelve a indagar en la movida "Louder than Hell". Y es que la obra del 96, que siempre ha parecido un producto menor frente a "Sign of the Hammer", "Kings of Metal" o "Triumph of Steel", no es tal. Eso sí, tampoco te saques la chorra. No es para correrse. El pie se mueve, haces unos cuernillos y le das a la air-guitar. Pero dáte cuenta de que no te has levantado de la silla. "El Gringo" no ha sido, por entero, perfecto. Manowar y el cine. Lo que faltaba. Justo cuando dan el salto, es cuando peor andan. El único tema que recordaremos, con el tiempo, del trabajo. Y jamás será uno de nuestros predilectos. Pérdida de tiempo headbangerista.
"Annihilation" (soporífera) y "Hail, Kill and Die", algo calenturienta, que parece que quiere unirse a los primeros tiempos de la banda, aquellos en los que Ross se pegaba unas excursiones por el mástil la mar de desvergonzadas y cañerillas mientras que Joey se dejaba la púa marcando el tempo cimmerio, sobretodo por los corillos, gana algo a mis ojos. Manowar quieren levantar el vuelo. Pero es tarde. Se acabó el trabajo. Y, a su ritmo, tal y como se las gastan, hasta el 2017 no cataremos nueva obra.
Decepción, hermano. Enorme. El peor trabajo de Manowar en toda su carrera. Un martillazo en el alma para el fan de siempre. Simples, joder. Demasiado.
2 cuernos (bajos) para "The Lord of Steel". Heavy Metal coñazo. Un insulto a su propia leyenda. Un insulto a los seguidores.
P.D: No me extraña que el guerrero sin rostro no quiera salir en la portada. Le da una verguenza terrible, pobrete.
La carrera de Kreator siempre ha sido impecable. Desde sus inicios se caracterizaron por hacer un thrash metal asesino que les sirvió para grabar clásicos del género como Extreme aggression o Coma of souls pero el paso de los años quizás fuera el culpable de que Petrozza optara por darle pinceladas más progresivas a la banda. Si Hordes of chaos era un regreso al thrash de siempre, éste trabajo que ahora comentamos es un disco más equilibrado donde los temas progresivos y los thrash al 100% conviven en un álbum que hará historia.
Mars Mantra
Instrumental clásica de apertura de disco que, a buen seguro, servirá para iniciar los conciertos de la banda. Genial la melodía.
Phantom antichrist
El single, un tiro a la cabeza y 100% Kreator. Curiosamente no refleja el resultado total del disco pero sí la fuerza indiscutible de una banda histórica.
Death to the World
Riff brutal que nos recuerda a los tiempos más duros de los de Essen. Mille al 100% respaldado por una banda que tiene la maquinaria perfectamente engrasada para hacer un temazo como éste.
From Flood into Fire
Primero de los temás progresivos del disco. La melodía se une a trallazos de caña y el desarrollo es absolutamente magistral. Mille canta mejor que nunca usando otros registros. Tema de los que se te meten en las venas. Gran estribillo.
Civilization Collapse
Melodía clásica de la banda para comenzar, Mille grita y la avalancha sonora no tarda demasiado en llegar. Tema a la altura de los clásicos del grupo. Energía pura y dura como sólo ellos saben hacer.
United in Hate
Del arranque tranquilo se pasa a otro corte cañero muy del estilo del grupo. Otro tiro a la cabeza con un gran estribillo para corear en los conciertos. Bridge progresivo donde la banda demuestra por qué son considerados uno de los grupos más versátiles del metal europeo.
The Few, the Proud, the Broken
Otro tema de corte super cañero que incluye un bridge musical en el que se opta por explorar una tendencia más serena e interesante. El contraste entre ambas partes de la canción es magnífico. La banda se marca un tema de lo mejor de su extensa discografía.
Your Heaven, My Hell
Medio tiempo, entiéndase el término, con una melodía magnífica y sentida. Parón con riff de rock en plan tranquilo y un Mille recitando para la andanada brutal de un corte que te volará la cabeza totalmente.
Victory Will Come
Riff marca de la casa una vez más que recuerda a los primeros discos de la banda. Sin concesiones se marcan otro temazo con gran estribillo. Dobles guitarras en otro bridge progresivo para la historia.Enorme.
Until Our Paths Cross Again
Inicio lento y alegato final de una banda que cierra, con broche de oro, este puñado de canciones. Nos emocionan los cambios de ritmo y la estructura general del corte. El brige esta vez opta por volarnos la cabeza con la caña teutona de siempre.
Es el mejor disco de Kreator con diferencia. El equilibrio encontrado entre las partes progresivas y el mejor thrash es exacto. Jamás sonaron tan bien y jamás lograron que un disco sea completo y que ni sobre ni falte nada. Rumores de gira por España en noviembre. Esperemos que así sea para rendirles pleitesía. Adquisición obligada. Obra maestra.